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Ansiedad en tiempos de Covid-19 y cuarentena

Ansiedad por Covid

ANSIEDAD Y PANDEMIA: ¿QUE HACE QUE UNA SITUACIÓN COMO LA QUE ESTAMOS VIVIENDO CON EL COVID GENERE ANSIEDAD?

Tendríamos que partir de dos cosas fundamentales: la primera es que tenemos un instinto muy fuerte de preservación, lo que significa que cualquier cosa que amenace la vida y la integridad personal va a representar una amenaza.

Estamos biológicamente programados y diseñados para protegernos de aquello que amenace la vida; si nos encontramos en una situación que potencialmente represente un riesgo para la existencia se desatan una cantidad de mecanismos corporales y psicológicos cuyo propósito es que hagamos algo que elimine de inmediato la amenaza.

Ansiedad por cuarentena

El Propósito del miedo:

El miedo es una respuesta emocional intensa y primaria ante un evento amenazante REAL presente en nuestro ambiente, provoca a su vez tres formas de conducta: lucha, escape o huida.

El miedo es fundamental, ya que se hace cargo de ponernos alerta y nos invita a hacer algo coherente con la amenaza presente.

Asi que sentir miedo ante las cosas o las situaciones que nos amenazan es parte importante de la vida.

El miedo, es entonces, una respuesta de corta duración que moviliza una acción inmediata para enfrentar un riesgo tangible.

En consecuencia, los eventos asociados con el COVID al interior de nuestras casas, como ver un noticiero, entrar a redes y ver estadísticas de muertes en el país donde se vive o escuchar a las autoridades locales decretar el aislamiento por ejemplo seguramente desatará miedo, y aunque no es igual a tener un oso hambriento de tres metros frente a nosotros, la evaluación de lo que percibimos a nuestro alrededor nos está generando miedo, ya que se percibe en el ambiente una potencial aunque no directa amenaza a la vida.

¿En qué momento el miedo se convierte en ANSIEDAD?

Empecemos diciendo que la ansiedad es un estado de hiper – activación del sistema nervioso producido en la mayoría de los casos por la EVALUACIÓN de una situación que se caracteriza como altamente amenazante y que no se ha resuelto de inmediato, si a mí me persigue un perro con rabia por la avenida mi respuesta primaria es el miedo y la conducta a seguir en segundos es correr por ejemplo; en ese casos actúa el miedo; una vez escape del riesgo el miedo gradualmente irá desapareciendo y ya está.

Pero cuando ese miedo no es resuelto de inmediato porque no es posible hacerlo, como en el caso del COVID19 o cuando es detonado una y otra vez por las noticias, los comentarios de otras personas, las imágenes en redes, etc… este empieza a sentirse más cómodo de lo que debería y se va instalando en el sofá del living interior… asi que el no poder escapar o defenderse el agresivo perro termina por volverse en contra de nuestra salud mental.

Aparecen los primeros vecinos indeseables: pensamientos recurrentes de ¿Qué va a pasar?, ¿voy a contagiarme? ¿voy a morir? ¿y si le da a mis padres? ¿y si no vuelvo a ver a mis hermanos? Estos pensamientos no tienen respuesta, solo meras suposiciones mentales que terminan por provocar más pensamientos y estos a la vez más pensamientos… entonces aparece la tan famosa por estos dias ANSIEDAD… un estado mental de inquietud interior permanente y sensación de que algo malo va a pasar en cualquier momento; esta va acompañada de pensamientos inquietantes, temor, preocupación sostenida y síntomas físicos como dificultad para respirar, opresión en el pecho, temblores, palpitaciones, taquicardia, náuseas, etc

“Esos niveles de ansiedad pueden mantenerse a raya con el fin de proteger la salud mental, claro que si… “

Es fundamental que esa ansiedad se mantenga a raya y se resuelva rápidamente, de lo contrario, si se mantiene por mucho tiempo, la persona puede llegar a desarrollar alguna enfermedad mental.

Súmenle a este panorama que aparecen nuevas fuentes de estrés que contribuirán a la ansiedad, el estar aislado socialmente supone experimentar un cambio importante y de forma abrupta que necesariamente ha de generar estrés y que empeorará la ansiedad ya instalada, debemos comprender que somos seres gregarios – sociales – y que limitar tanto la interacción con otras personas supondrá otro factor de estrés y ansiedad.

Asi, han aparecido muchos factores detonantes y mantenedores de estrés y ansiedad, el lidiar con el trabajo, las labores del hogar y la familia simultáneamente, la preocupación por los seres queridos que están afuera, los desafíos laborales y económicos que supone la situación a nivel colectivo etc

Hace unos dias una consultante me preguntaba si era normal sentir ansiedad en estos momentos, entendiendo que se considera la ansiedad como un “enemigo público, le sorprendió escuchar mi respuesta: si, hasta cierto punto es NORMAL.

En estos momentos sentir miedo, estar excesivamente estresados y experimentar ansiedad es una respuesta normal ante los acontecimientos, que son atípicos, anormales; dentro de los límites esperados.

Pero puede convertirse en algo anormal, por ello es imperativo mantener, el miedo, el estrés y la ansiedad bajo control.

¿Qué podemos hacer para mantener a raya el estrés, la ansiedad y el miedo?

En primer lugar, les diría que la peor forma de afrontar lo que está pasando es identificarnos con el rol de la víctima, nadie es realmente una víctima si tiene opciones; así que mientras podamos analizar los retos que representa esta situación, tomar decisiones para afrontarlos y echar mano de algunos medios y recursos para sortearlos no somos víctimas.

Las víctimas no tienen opciones y por ello no les queda más que someterse y lamentarse ante las circunstancias.

En ese orden de ideas, lo mejor será asumir un enfoque responsable ante la situación, lo que se encarnaría, desde mi punto de vista en las siguientes 10 máximas:

10 MÁXIMAS PARA MANEJAR ADECUADAMENTE EL ESTRÉS Y CONTROLAR LA ANSIEDAD ANTE LA PANDEMIA.

  1. Nos enfocamos en las soluciones más que en los problemas siempre
  2. Tomamos cada dificultad por separado y no nos enfrascamos en la idea de un gran problema.
  3. Mantenemos estrategias encaminadas a mantener en equilibrio las cosas en la medida de lo posible.
  4. Permitimos una comunicación abierta emocionalmente, pero se le pone un alto rotundo al drama.
  5. En vez de imponer buscamos negociar entre todos
  6. No nos quedamos en la preocupación y tomamos acción rápidamente.
  7. No actuamos por impulso sino basados en el análisis racional y bajo un estado de calma.
  8. Mantenemos un enfoque amplio que tenga en cuenta las necesidades individuales y las colectivas
  9. Buscamos alternativas justas para todos ante los desafíos de la situación
  10. Buscamos ejercer permanentemente la autorregulación emocional y fomentamos la contención del grupo.

Bonus: Procuren siempre apuntar a la flexibilidad y no a la rigidez, al respecto crea una identificación con el bambú, es altamente resistente, pero es flexible… si su estructura fuera rígida se rompería fácilmente ante el embate de los elementos… es precisamente su capacidad de ajustar su composición a la presión la que lo hace tan resistente

Les invito a aplicar estas pautas en su caso particular, bien sea que estés contigo mismo en casa o con tu familia; en este último caso te sugiero que las discutas con las demás personas y las eleven a un acuerdo conjunto.