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EL CAOS, LA CRISIS Y EL SÍNTOMA PSICOLÓGICO.

caos y sintoma psicologico

¿Sabían que existe una teoría que si la entendemos puede revolucionar nuestra manera de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos?

De hecho, es una de mis teorías favoritas, como la del efecto mariposa, y no necesariamente porque hicieron una película basada en ella.

efecto mariposa

Esta teoría sostiene de forma muy general, que la desorganización, el caos, es una propiedad de los sistemas necesaria para crear nuevas formas de organización.

Se llama nada más y nada menos que la Teoría del Caos

Suena como a un Thriller de suspenso, ¿no les parece? Bueno, cuando la comprendas tendrás más emociones que simple expectativa y desasosiego; ya que es muy muy interesante y te cambia para siempre la perspectiva de la realidad. Por lo menos a mi así me pasó.

Empezaré por hablarles de otra teoría muy relacionada, para que puedan ir entendiendo mi visión del asunto.

¿Han oído hablar de la Teoría de Sistemas?

Esta teoría plantea que todo en la naturaleza tiende a una forma de organización, es decir que cuando los componentes presentes en un contexto determinado empiezan a interactuar, hay una propensión de estos a organizarse en una estructura, unas funciones y una dinámica particular.

Todas las formas vivas funcionan como un sistema: el cuerpo humano, las colonias de hormigas, las organizaciones e instituciones, la naturaleza, los organismos unicelulares en ese pequeño charco de agua estancada, los diferentes tipos de unidad vincular como una pareja, un grupo de amigos y por supuesto el ser humano como totalidad cuerpo – mente.

También hay sistemas artificiales, creados por el ingenio humano, tales como un reloj, una máquina o un computador; sin embargo, estos sistemas no son capaces de aprender y reorganizarse a partir de algún cambio inesperado en el medio ambiente. Sácale una pieza clave a un reloj y dejará de funcionar, quítale un piñón a una moledora de caña de azúcar y tarde o temprano, terminará averiada.

Sistemas artificiales

En los sistemas vivos la cosa no es así, en todo lo vivo hay una tendencia natural a la organización y a la estabilidad, pero, y aquí es que viene la cosa interesante del asunto; un sistema para sostenerse en el medio ambiente necesita tramitar los cambios externos que lo desestabilizan para adaptarse y sobrevivir.

Para ello se valdrá de los mecanismos, estrategias, recursos que posee; de modo que los aplicará, corregirá la desviación y listo, sigue adelante.

Los sistemas vivos son complejos, es decir que poseen su propio funcionamiento autónomo y particular, como resultado de la interacción con el medio que le rodea; no son sistemas predecibles, no generan resultados exactos e idénticos en las mismas condiciones.

“Un sistema complejo está compuesto por varias partes interconectadas o entrelazadas cuyos vínculos crean información adicional no visible ante el observador como resultado de las interacciones entre elementos” Dice Wikipedia.

Un sistema complejo es mucho más que la suma de sus partes.

Te doy un ejemplo, en los sistemas simples, digamos que cada componente aporta una unidad, cualquiera que sea, de forma genérica (para no enredarnos la pita con variables irrelevantes), si en ese sistema hay 15 componentes pues tenemos 15 unidades, y ya está. Es decir que, los sistemas simples equivalen a la suma de sus componentes.

En los sistemas complejos, el sistema es más que la suma de sus componentes, en el caso anterior, diríamos que, si cada componente aporta una unidad, y hay 15 componentes, el resultado del sistema sería mayor que 15 unidades, y no puede establecerse en realidad que cifra sería. Porque los resultados de estos sistemas son variables e imprecisos. Es como si hubiese algo no accesible al observador que genera tal variabilidad en los resultados.

Los seres humanos somos sistemas complejos, por supuesto.

Aunque sabemos que todos somos individuos con las mismas piezas o partes físicas, es decir, cabeza, dos ojos, dos oídos, dos manos, un hígado, un corazón, dos pulmones, etc… el cuerpo de cada persona funciona de una forma notablemente diferente; algunos tienen un metabolismo más rápido, otros más lento; algunos tienen un ritmo cardíaco un poco más acelerado que otro etc. Otros tienen la tensión más baja que otros etc.

Ni se diga a nivel psicológico, nuestras respuestas emocionales, nuestros hábitos, preferencias, elecciones, tendencias, pensamientos, creencias etc. son tan distintas entre las personas que es asombroso. Traemos una carga genética distinta que responde de forma diferente al encuentro del individuo con el medio ambiente; además sacamos conclusiones diferentes de las cosas que nos suceden y por ello creamos principios, valores y creencias diferentes. Todo eso consolida por supuesto, personalidades diferentes.

personalidades

La diversidad es parte de los sistemas complejos, la capacidad de manifestar una organización diferente a partir de los mismos componentes fundamentales es una propiedad de los sistemas más evolucionados, diríamos asi.

Genial no?.

Que pereza que todos nos viéramos igual, pensáramos y sintiéramos igual, actuáramos igual… seriamos como soldaditos de plomo grises y aburridos, ¿no les parece?

Una de las características de los sistemas complejos es que son realmente muy difíciles de predecir, que no responden igual en el 100 por ciento de las ocasiones, esto ha llevado al concepto de sistemas no lineales, les doy un ejemplo, mientras que en un modelo matemático simple 1 + 1: 2, en un sistema no lineal 1 + 1: muchas respuestas posibles.

Y los seres humanos somos sistemas complejos y muy difíciles de predecir, aunque la ciencia se ha rebanado los sesos por intentar crear modelos explicativos que le permitan predecir el comportamiento del cuerpo, de la mente, y de las relaciones entre las personas, por ejemplo.

Una de las propiedades de los sistemas complejos se llama la homeostasis, que es la tendencia a conservar la estabilidad, es decir que hay en nosotros un principio de organización interna que nos permite conservar una estructura y un funcionamiento de forma sostenida. Gracias a eso existimos

Y es maravilloso ver cómo opera ese principio de organización interna. Por ejemplo, cuando un patógeno invasor entra en nuestro cuerpo, el sistema inmune despliega una serie de mecanismo y estrategias para atacar el visitante indeseable y preservar nuestra salud.

Lo mismo pasa a nivel psíquico, cuando por ejemplo alguien nos pide que hagamos algo que va en contra de nuestros valores más profundos, nuestra repuesta emocional será de oposición y rechazo, por ejemplo.

Ahora bien, como todo lo rígido tiende a romperse, los sistemas vivos como nosotros tienen cierto rango de flexibilidad, y aquí viene otra propiedad súper interesante sobre la que quiero traer su atención.

Es la propiedad de la morfostásis, que es la capacidad de un sistema de cambiar y crear nuevas formas de organización con el propósito de mantenerse vivo y adaptarse. Para ello, debe darse un desafío lo suficientemente grande en el ambiente que movilice tan fuertemente el sistema que este se vea obligado a salir de sus patrones normales de funcionamiento para intentar otros y lograr subsistir.

Y aquí comienza lo bueno, porque esto requiere de un nivel de perturbación grande, de caos, crisis interna para que al sistema no le quede más remedio que… ¡taran! CAMBIAR.

Esto quiere decir que, cuando una situación desborda la capacidad habitual del sistema para mantener su estabilidad, este entrará en un proceso de desorganización, caos, alteración, crisis cuya finalidad es crear un cambio en la estructura y funcionamiento del mismo con el fin de adaptarse a esta situación. En ese proceso, el sistema avanza a un nuevo y mejorado nivel de operación.

Y esto mis queridas valientes, se llama APRENDIZAJE.

¿Se dan cuenta de lo que esto supone en términos, digamos, humanos?

Significa que, dentro del funcionamiento psicológico del ser humano, el caos, la crisis, la alteración, el síntoma, el trastorno, la pérdida del equilibrio emocional etc. cumplen un papel importante como propulsores de cambios profundos que favorezcan la adaptación de la persona ante situaciones que amenazan su estabilidad.

La crisis es la propulsora del cambio, y el cambio es a la vez, parte del equilibrio

En consecuencia, la crisis es también un mecanismo autoregulatorio para el ser humano.

En términos generales, el caos es parte importante, ni más ni menos que del orden. ¿No es acaso increíble esto?

crisis

Espero que estén pensando en sus crisis vitales, conflictos internos, alteraciones psicológicas, síntomas, dilemas personales etc … porque si señores, estos son propulsores que nos están diciendo que, necesitamos crear un cambio, punto.

Precisamente, una de las máximas de la terapia familiar sistémica es que “toda crisis es una demanda de cambio y todo cambio genera crisis”

Esto nos llevaría a concluir que:

1. Somos sistemas complejos, variables, cambiantes y poco predecibles

2. Habitamos en un sistema social y natural que es igualmente complejo, por lo tanto, intentar controlar los sucesos externos es una absoluta pérdida de energía psíquica y física

3. El orden requiere del desorden para mantenerse, el caos es parte inherente a la vida y cumple un propósito fundamental para sostenerse.

4. Las crisis son eventos necesarios e importantes en el ser humano y contienen la fuerza suficiente como para movernos a generar cambios profundos que nos hagan crecer y evolucionar a nivel individual y colectivo.

5. Las crisis no son malas, son mecanismos que forman parte de un nivel de orden superior.

6. Las alteraciones psicológicas, los trastornos, síntomas e incluso la enfermedad podrían considerarse un intento del sistema por generar un cambio drástico y profundo que genere una nueva organización y funcionamiento del mismo en el medio ambiente en que se mueve.

Es maravillosa esta visión sistémica del ser humano, las organizaciones humanas y la vida ¿no es verdad?

Se siente bien entender que no debemos oponernos, rechazar o resistirnos ante la crisis, el caos, la confusión, el malestar, el síntoma, todas expresiones de desorganización en nuestro sistema o en la relación con otros sistemas, sino más bien comprender lo que esto quiere decir para movilizar el tipo de cambio necesario con el fin de recuperar el orden dinámico que opera dentro de nosotros.

Es tan bonito aludir a la filosofía oriental, que nos habla de la fundamental coexistencia de los opuestos complementarios en toda forma de equilibrio ¿no creen valientes?

Bueno, espero que hayan entendido el mensaje que quise dejarles, si no lo han logrado, como siempre pueden dejarme una pregunta en los comentarios, la responderé.

Hasta la próxima valientes

Vicky