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LO PRIMERO QUE DEBES SABER PARA ENTENDER Y DOMINAR EL MIEDO EN TU VIDA – PARTE 1

MIEDO

Este artículo trata de algo que tu y yo, y todos los seres humanos que habitan este planeta, buscamos aniquilar de un manotazo, como al ruidoso y molesto insecto que no nos deja dormir en la noche. Este artículo trata del miedo.

Yo hago procesos de terapia psicológica online; me enfoco en ayudar a mujeres con ansiedad, depresión; o que se encuentren pasando por alguna crisis emocional, resultado de alguna situación en sus vidas que no han logrado resolver o cerrar adecuadamente.

Durante los años que he venido acompañando a personas en estos procesos de ayuda psicológica, el miedo ha sido y es un tema recurrente. Trastornos como la ansiedad, la depresión e incluso las crisis propias de la vida inevitablemente traen cuestionamientos en torno a este personaje indeseable pero difícil de ignorar.

QUE ES EL MIEDO?

Para ti que, es el miedo? Piensa por un instante… ¿Cómo lo definirías?

En esta parte no pienso enredarte con términos psicológicos, ya que hay manifestaciones como la ansiedad, el estrés, el nerviosismo, la angustia entre otros, que comparten el miedo como la base de la experiencia del sujeto y son motivos frecuentes en la búsqueda de ayuda psicológica; No obstante, en términos clínicos son entidades diferentes y no es el objetivo de este artículo establecerlo. Si te interesa que hablemos de las diferencias entre este tipo de trastornos déjame un comentario y lo tendré en cuenta para un próximo articulo vale?

Desde la perspectiva de la psicología el miedo es una emoción primaria. Las emociones primarias son respuestas espontáneas que emergen como resultado de tu interacción con algún estímulo generalmente presente en el entorno, estas respuestas se manifiestan a través de tu cuerpo generando sensaciones que pueden ser placenteras o desagradables.

Algunas veces notarás que la emoción actúa de manera casi automática, muy rápido, y tienes la sensación de que primero actuaste y luego pensaste. Es el caso de una reacción de huida ante algo amenazante… imagina que hay un fuerte temblor, estas en el octavo piso de un edificio, de pronto todo pasa muy rápido y sin darte cuenta apareces en la calle frente al edificio, rodeada de otras personas que comentan lo que está sucediendo… No tienes mucha claridad de cada cosa que hiciste para llegar allí, incluso puede que hayas perdido un poco la noción del tiempo. Bueno, el miedo hizo su trabajo y te sacó de allí sin ser totalmente consciente de ello.

Aunque hay diversos modelos acerca de las emociones básicas o primarias, te voy a mencionar las 6 emociones establecidas por el Psicólogo estadounidense Paul Ekman, que ha sido el modelo que mas vigencia ha tenido; aunque hoy en día existen criticas y variaciones a este modelo, considero que Ekman logró diferenciar claramente las más significativas expresiones emocionales del ser humano. Para Ekman las emociones primarias son: Alegría, ira, miedo, asco, sorpresa y tristeza. Entre ellas el miedo es quizás la más antigua y poderosa.

LA FUNCIÓN DEL MIEDO.

El miedo tiene una función biológica y evolutiva enorme; sin miedo muy seguramente de pequeños nos hubiéramos metido en la jaula de un perro bravo, o nos hubiéramos lanzado sin miramientos del balcón de la casa de nuestros abuelos; en el peor de los casos hubiésemos muerto en un accidente la primera vez que nuestro papá nos prestó su carro.

Fundamentalmente, el miedo nos protegió de haber cometido “burradas” letales en nuestra infancia y juventud; bueno, en realidad aún nos protege, siempre lo hace. El miedo te indica que hay una amenaza o riesgo real, y te prepara para que hagas algo con el fin de asegurar tu supervivencia; este es el miedo adaptativo.

Cuando somos mayores, la influencia social, cultural, y los aprendizajes previos influyen significativamente en la forma como nos movemos por la vida; la mayoría nos volvemos más precavidos, sensatos, cautos; la habituación hace su trabajo y buscamos permanecer en la zona de confort la mayor cantidad de tiempo posible.

Hemos aprendido que la comodidad y el placer son buenos; y que aquello que te saque de ese estado hacia terrenos desconocidos es “riesgoso”; por lo tanto es algo que debe evitarse tanto como sea posible.

Ahora bien, imagínate a un hombre primitivo enfrentándose sin temor alguno a un feroz tigre dientes de sable; claramente la diferencia entre un acto suicida y un acto de valentía es precisamente el uso que el sujeto hace del miedo para protegerse; cosa que está programada en la parte más antigua e instintiva de la mente humana.

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Entonces, si ha sido en parte encargado de la preservación de nuestra especie y de nosotros mismos como individuos, ¿Por qué vemos el miedo como un ser perverso que nos limita y nos impide ir tras lo que deseamos?

Precisamente, porque es así.

El miedo, tal y como lo mencionamos algunas líneas arriba, tiene una función biológica, por lo tanto es una respuesta instintiva ante todo aquello que amenace potencialmente la supervivencia; cuando aparece el miedo se activan un sinnúmero de respuestas fisiológicas que facilitan el impulso de huida o lucha. Es perfecto! Los neurotransmisores que secreta el cerebro y las hormonas que se liberan hacen que el cuerpo en su totalidad esté listo para actuar.

¿Qué bello no?

La vida nos facilita todo, nos dio mecanismos para procurar que nuestra existencia física sea lo más larga posible; de ese modo también ayuda a que dejemos descendencia para perpetuar la especie. Ese es el diseño asombroso de nuestra biología.

CUANDO EL MIEDO EN VEZ DE AYUDAR, EMPEORA LA COSA.

Hemos visto como el miedo bajo el gobierno de la biología y del pensamiento concreto (algo así como: “es aquí, es ahora, es real”) funciona a la perfección; ahora bien, qué sucede cuando el miedo funciona bajo la influencia de nuestra mente abstracta? Me refiero a los imaginarios que quedaron impresos como resultado de las experiencias que tuvimos en las etapas iniciales de la vida.

Piensa en alguna cosa que hubieras querido hacer y que no hiciste por miedo; logras identificar el sentimiento residual que queda cuando piensas en eso y te das cuenta de todo lo que hubieras ganado si el miedo no te hubiera arrebatado la partida? Pues bien, ese sentimiento se llama frustración y por lo general es uno de los amigos cercanos del miedo disfuncional o desadaptativo.

En nombre del miedo dejamos de hacer cosas que podrían ayudarnos a crecer, a ganar nuevas habilidades, a conocer nuevos entornos, personas, etc. Dejamos de decir muchas cosas, dejamos de hacer muchas cosas, aplazamos y postergamos decisiones etc.

El cuerpo tiene un programa bastante sólido, simple y estructurado que sigue con precisión, lo que incluye por supuesto el cerebro, al fin y al cabo es un órgano.

la Psique, por su parte, es más bien una especie de lugar etéreo, intangible y secreto que nos habita; totalmente subjetivo, lleno de simbolismos, creencias y significados. Abarca nuestra experiencia afectiva, el discurso que construimos de lo que somos y de nuestra historia; contiene nuestro sentido del yo, nuestros valores más profundos, la introspección, los deseos, y si señor, también el miedo.

Claramente no el miedo que trabaja al servicio del instinto de supervivencia; me refiero al miedo derivado de las experiencias difíciles pero no necesariamente mortales, que apareció como resultado de alguna experiencia dolorosa de la vida. Por su fuerza condicionante, el miedo es una respuesta que se aprende apenas algo desagradable nos sucede.

LA DIFERENCIA ENTRE EL MIEDO ADAPTATIVO Y EL DESADAPTATIVO

Te voy a dar un ejemplo de las diferencias entre el miedo adaptativo y el miedo desadaptativo: Supongamos que después de muchos años de no subirte a una bicicleta, tu pareja te obsequia una y tu emocionada decides dar una vuelta en ella. Te subes y viene a ti el miedo; te das cuenta de que es posible que no coordines bien los movimientos, te caigas y te des un golpe serio; incluso podrías partirte un pie!

Lo anterior es posible que ocurra? Por supuesto! Este es un miedo asociado a la supervivencia, que te pone alerta para preservar tu integridad física; por lo tanto tus sentidos se agudizarán al máximo, tu atención se enfocará y tus músculos se tensarán para ponerse a la orden de los reflejos. En este caso hablaríamos de un miedo adaptativo.

Por otro lado, miras a tu alrededor y notas que hay un grupo de personas observándote, las miras y parece que te están juzgando; tú piensas que deben estar pensando que estas muy vieja, o quizás muy gorda, o muy pequeña para montarte a esa gran bicicleta, y te das cuenta como empiezan a esbozar una risita burlesca, probablemente esperando que te caigas para reírse de ti.

De repente recuerdas que cuando estabas en 7º grado tus compañeros del curso se burlaron de ti tanto, tanto, que duraste varios días sin dormir pensando que al otro día lo harían de nuevo. De pronto sientes un escalofrío, empiezas a sudar y decides que no es el mejor momento para montar la bicicleta; y ante la mirada frustrada de tu pareja, te bajas y decides llevarte la bicicleta a pie. Este es ejemplo de un miedo desadaptativo, derivado de una experiencia previa desagradable.

El miedo desadaptativo o disfuncional es una emoción intensa de temor que se detona cuando te encuentras en una situación similar a esa experiencia del pasado en la que te sentiste realmente mal; te impide ver las opciones para sortearla, y te bloquea.

CARACTERÍSTICAS DEL MIEDO DESADAPTATIVO

Es un miedo desadaptativo porque:

  • No amenaza realmente tu integridad ni tu vida o la de las personas que te rodean.
  • No se rige por las leyes de la lógica, es irracional.
  • Sientes que “sabes” con bastante precisión lo que va a ocurrir (Te convierte de inmediato en mentalista y puedes predecir el futuro)
  • Lo que te atemoriza tiene que ver con esas sensaciones desagradables que tuviste la primera vez.
  • Al hacer eso que te asusta, si no sale bien, seguramente será mayor la censura interna que la externa.
  • Te priva de la posibilidad de tener una experiencia enriquecedora que te hará crecer de algún modo.
  • Tiene que ver con una situación que te saca de tu zona de confort.
  • Te confronta con la incertidumbre, por lo que deseas controlar casi compulsivamente lo que va a ocurrir.

Este tipo de miedo, como el que acabo de describirte, es el miedo que nos limita, y que posiblemente no nos deja avanzar en la vida.

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Hay otras formas de miedo, incluso uno que se instala mucho mas profundo, en nuestro subconsciente y por lo tanto no logramos percatarnos de su existencia; este tipo de miedo está muy asociado con traumas profundos de la infancia, como el abandono, el abuso, las pérdidas a muy temprana edad etc. Pero de ello no vamos a hablar por ahora.

QUE HAY DETRÁS DE LA RESPUESTA DISFUNCIONAL DEL MIEDO?

No tenemos que enemistarnos con el miedo, solo debemos mostrarle quién esta al control. De hecho en muchas ocasiones el miedo es la representación de esa personita que eras cuando te paso algo negativo que no quieres que vuelva a pasarte en la vida. Es la voz de esa pequeña tú que te suplica que no hagas algo: “ya lo intentaste en el pasado y no resultó bien. NO lo hagas!” te dice; es lógico, quiere evitar el sufrimiento que experimentó entonces.

Puedes recordar a esa personita? Seguramente es una parte tuya no sanada; tiene la lógica de una niña, el nivel de comprensión de una niña, las emociones de una niña… Te confieso que cuando era pequeña me daba temor bajarme de la cama en la noche, porque el monstruo que habitaba allí estaba esperando pacientemente para jalarme por los pies y llevarme al inframundo. Esa lógica, que es la lógica de mi yo a los 5 años, paralizada ante la idea de que eso ocurriera, no me proporciona argumentos confiables a mis 43. Es algo sin sentido, no te parece?

ANTE EL MIEDO DESADAPTATIVO O DISFUNCIONAL, QUE HACER?

Lo primero que debes hacer para poder vencer el miedo disfuncional o desadaptativo es identificarlo; aunque cada vez nos hemos desensibilizado mas a lo que nos perturba, y utilizamos un montón de mecanismos de defensa para evitar que eso se haga presente en la conciencia; el simple acto de observarse con regularidad, como cuando meditamos, nos ayuda a recuperar la capacidad de darnos cuenta de lo que nos ocurre y comprender sus mecanismos.

Pero, como puedo identificar un miedo funcional de uno disfuncional? Bueno es muy simple, el miedo funcional es real, es respuesta a un evento que es amenazante para ti o para cualquiera a quien el preguntes.

El miedo disfuncional es un miedo irreal, ilógico, nacido de una experiencia previa muy fuerte y seguramente no resuelta psicológicamente; se alimenta mucho de la fantasía, de la negatividad, de tu inseguridad personal; esa que te dice que si no lo resolviste antes, cuando tenías 7 años, porque va a ser diferente ahora?

EN SÍNTESIS:

El miedo es una respuesta programada en todas las formas complejas de vida, y es una de las estrategias biológicas mas poderosas por una simple y contundente razón: Nos mantiene vivos.

Hay un miedo adaptativo y uno que no lo es; el primero te permite adaptarte a las circunstancias del entorno y asegura tu supervivencia; el segundo te impide ajustarte a las situaciones, te paraliza y te impide vivir experiencias enriquecedoras y fértiles para tu crecimiento interior.

El primer paso para transformar el miedo desadaptativo es reconocerlo, para ello hay algunas características que te ayudarán a desenmascararlo; por ejemplo, si es lógico, racional, o si te obliga a salir de tu maravillosa (aunque aburrida) zona de confort.

El miedo es una emoción tan compleja que un artículo no bastará para explicar su naturaleza y mecanismos; pero puedo darte algunas pautas inteligentes para negociar con el de una forma más efectiva. Entre más conozcas tus miedos y te familiarices con sus métodos, sabotajes y técnicas, más hábilmente los manejarás. Ese es su propósito, es un sabio maestro si lo vemos desde ese punto de vista.

En la próxima entrada te daré 5 pautas efectivas para conjurar el miedo disfuncional; así que quiero sugerirte que, mientras eso ocurre, intentes identificar algunos de tus miedos a través de la observación de tus pensamientos y actos cotidianos; de modo que puedas aplicar estas pautas y darte cuenta de lo que sucede (y me lo compartas! Sería genial).

Espero que este articulo te ayude a entender un poco más tu mundo interior, y te de pautas concretas para mejorarlo y enriquecerlo. Nos encontramos en la próxima entrada.

Hasta pronto Valiente!