Hoy te traigo los cinco principales temores al ir al psicólogo y como eliminarlos, por eso decidí escribirte una fórmula que te ayudará a borrar para siempre esos temores…
¿Todo lo nuevo nos da miedo saben?
Es natural, ya que lo nuevo nos lleva inevitablemente a salir de la zona de confort (lo “viejo” y conocido) y nos enfrenta a la incertidumbre de no saber con qué nos vamos a encontrar.
Recuerdo la primera vez que mi mamá me llevó a cortarme el cabello; tendría unos cinco años y el cabello lo tenía tan largo que no se me veían los ojos, parecía un perro ovejero.
Recuerdo que la noche anterior no pude dormir porque tenía la certeza de que la “peluqueada” iba a ser dolorosa… ¿cómo no? ¡Si el pelo era una parte de mi cuerpo!
Lo mismo sucede cuando vas por primera vez al psicólogo, no tienes ni idea de qué va a suceder y eso da susto.
Es entonces cuando se detonan las ideas irracionales en torno al evento estresante, pensamientos que tu cerebro habrá sacado de archivos antiguos, obsoletos o resultados de interpretaciones erróneas para crear una idea de lo que va a ocurrir en ese primer encuentro con el psicoterapeuta:
Aquí te van algunos de esos temores al ir al psicólogo:
- El psicólogo va a juzgarme y va a contarle a mi familia (léase padres, pareja, jefe etc) las cosas que me pasan o que he hecho.
- El psicólogo va a descubrir que tengo algún problema mental grave y me va a mandar a un hospital psiquiátrico.
- El psicólogo va a “escarbar” dentro de mí y va sacar cosas muy dolorosas que me van a destruir.
- El psicólogo va a tomar decisiones sobre mi vida sin que yo pueda hacer nada al respecto.
- El psicólogo va a escandalizarse de las cosas que le cuente y va a pensar que soy un ser humano malo, perverso o inmoral.
La primera pregunta que debes hacerte es: de donde saqué estas ideas? Te encontrarás con que seguramente no vienen de una fuente confiable (la serie de t.v, el chisme de la vecina, lo que escuchaste en una cafetería, creencias populares, la opinión de un familiar etc).
Aquí tienes sus posibles soluciones:
Pero si alguno de estos temores al ir al psicólogo, te impide buscarlo, aún necesitándolo, a continuación te explico porque no debes temer:
- Los psicólogos clínicos estamos entrenados para relacionarnos con el consultante desde un lugar neutro, afuera de nuestros propios marcos de referencia; y nos regimos estrictamente bajo el secreto profesional (so pena de incurrir en mala praxis y ser denunciados)
- ¿Qué es para ti un problema mental grave? Si lo tuvieras, muy seguramente sus manifestaciones te hubieran llevado primero al hospital psiquiátrico sin haber pasado por un consultorio privado de psicología.
- El psicólogo no intentará forzar nada en el proceso de ir profundizando en tu motivo de consulta; solo puede y debe trabajar con lo que le permitas ver; y si te sientes vulnerable ante algún tema, hará lo posible por protegerte emocionalmente.
- El psicólogo no puede tomar decisiones por ti, ni va a obligarte a nada; si será muy claro a la hora de informarte respecto a las implicaciones de que hagas o no ciertas cosas que el sugiere; entendiendo que tu asumirás la responsabilidad de lo que decidas hacer.
- Además de lo que te expliqué en el primer punto, los psicólogos estudiamos durante años el comportamiento humano y su complejidad, lo que, sumado a la experiencia ganada a través de innumerables casos, nos ha llevado a entender muy bien la naturaleza humana. Por ello nos es fácil comprender antes que juzgar desde un código de valores que sabemos que es completamente subjetivo.
Como puedes darte cuenta, muchas de las razones por las que puedes estar evitando ir al psicólogo o psicoterapeuta pueden ser infundadas; incluso te sugiero que si hay otras inquietudes que te preocupan al respecto, hagas una cita inicial con un profesional que de entrada te genere confianza y le pidas que te las aclare completamente antes de tomar la decisión de iniciar un proceso de terapia psicológica. Hacer una sesión inicial no te compromete a seguir con ese profesional, es una decisión solo tuya.
Espero que esta información que acabo de brindarte sea valiosa para ti, si crees que hay otras personas a quienes pueda servirle de ayuda, compártela.
Hasta una próxima oportunidad Valiente!